ULTIMO DESTINO: VENECIA Y PADUA
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| Vista de la Laguna Veneciana y el Palacio Ducal desde la terraza de la Basílica San Marco |
Venecia: un destino tan conocido por el turismo mundial que de entrada no parece necesitar presentaciones... Sin embargo Venecia es a la vez la gran ------su fama la precede pero se limita para muchos a un sinfín de puentes y canales, olvidando que Venecia es única no solo por su
peculiar situación en medio de la laguna, sino por su extraordinaria arquitectura y por su vasto patrimonio artístico. Si bien circuitos y cruceros dedican un día completo a esta ciudad, realmente se necesitan varios días para abarcar tanto arte y tanta belleza.
Al llegar en vaporetto al anochecer me dio la sensación de no haber estado nunca allí, pues Venecia se ve distinta de noche y la anterior visita en circuito hace ya unos años no me permtió disfrutar de ese espectáculo.
De noche Venecia se vuelve si cabe, más "glamurosa": sus escaparates, sus restaurantes, el ambiente de la plaza de San Marco con sus músicos y el reflejo de las luces en los canales la hacen maravillosa.
La Plaza de San Marcos y los canales de noche:
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| Basílica de San MArcos |
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| Músicos en los cafés de la Plaza |
Pero la visita nocturna no puede hacernos perder el otro objetivo del viaje: la cantidad de arte que acoge Venecia en sus iglesias y museos:
La Basílica de San Marco, en la enorme plaza del mismo nombre es tan
deslumbrante por fuera como en su interior. El estilo gótico bizantino
de su estructura la hace diferente a la mayoría de templos católicos. Es
imprescindible visitar su interior y sacra entradas para hacer la
visita completa, ya que en la gratuita no se puede apreciar tan de cerca
los maravillosos mosaicos. Se pueden sacar tres tiquets para el Tesoro
de San Marco, la Pala de Oro y el Museo. Aunque los tres son de gran
interés, el del museo es imprescindible, pues permite subir a pisos
superiores y admirar de cerca los mosaicos, un lujo de detalles y
brillos. También se accede a la terraza de la Basílica con unas bonitas
vistas del la Plaza, el reloj y la laguna.
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| BASÍLICA DE SAN MARCO |
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| MOSAICOS DE LA BASÍLICA |
Al lado de la Basílica se encuentra la preciosa Torre del Reloj decorada con el León de San Marco, símbolo de la ciudad.
También en la misma plaza está el Campanile, una torre de casi 100 metros de altura, antiguo faro y que se conserva actualmente restaurada. Hoy se visita para contemplar las mejores vistas de toda la ciudad.
Otra de las visitas imprescindibles es el Palacio Ducal: con una arquitectura que conserva elementos góticos y renacentistas, es uno de los imprescindibles de Venecia. La visita es muy completa: las salas con una decoración espectacular, el apartamento del Duque que acoge obras de arte de Tiziano, Veronés o Tintoretto, la armería y las mazmorras, un auténtico laberinto del que parece increíble que consiguiera escapar el famoso Casanova, encarcelado por su comportamiento y por sus prácticas poco ortodoxas. Las mazmorras conservan todavía inscripciones hechas por los presos y algunos de los pocos utensilios de las celdas.
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| Palacio Ducal |
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| Vista del canal desde los pasillos de la prisión |
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| Mazmorras del Palacio Ducal. |
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| El Puente de los Suspiros |
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También se visita el Puente de los Suspiros, llamado así porque era
por donde pasaban los condenados y se decía que suspiraban al ver desde
la celosía por última vez el canal.
Pero el Palacio es también lujo y arte: La enorme y decorada Sala Mayor, los dormitorios, la armería... o el museo
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| Sala Mayor |
Otro de los lugares para una visita más que interesante es el Museo Correr: con una decoración mucho más sutil que la del Palacio Ducal, pero muy hermosa acoge una de las más importantes colecciones de pintura y escultura de Venecia, además de otras muchas curiosidades como un gran número de elementos navales que dan idea de la grandeza del imperio veneciano. Una visita muy entretenida, hasta para los niños.
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| Una divertida muestra del ingenio de la época: un libro que esconde un pequeño revolver |
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| Una de las más bonitas obras maestras del museo ( Antonio Canova ) |
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Venecia está llena de rincones especiales: puentes diminutos, callejuelas de menos de un metro de ancho, placitas acogedoras, y como no, los grandes puentes: El de la Academia, el de los Suspiros, el de Rialto...
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| Puente de la Academia |
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| Puente de Rialto |
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Una de las cosas más interesantes al pasar varios días en Venecia, es acercarse a los lugares donde los venecianos realizan sus actividades durante el poco tiempo que pueden mantenerse algo ajenos al ajetreo del turismo.
El mercado que se realiza a diario junto al puente de Rialto es una buena opción, sobre todo si nos acercamos a primera hora cuando los coloridos puestos de verduras, pasta y frutas comparten protagonismo con el pescado y otros productos de la compra diaria. Un despliegue de colores frente al canal muy apetecible para cualquier cámara de fotos.
También pasear junto a los canales nos muestra la cara más cotidiana de la vida veneciana: los gondoleros limpian sus embarcaciones achicando el agua de la lluvia de la noche anterior. Los restaurantes junto al canal colocan sus mesas y adornan sus terracitas, y los trabajadores se disponen a cruzar el Gran Canal en góndolas más sencillas y menos lujosas que los venecianos utilizan para su día a día en lo que ellos llaman un "traghetto".
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| El trasiego de mercancías en un día laboral |
Para el turista eso es una atracción más, así que después de unas fotos volvemos a nuestra rutina viajera: visitas (hay unas cuantas iglesias interesantes: Sta Maria dei Fiari, Santa María de la Salute...), pero también callejeo que es lo más recomendable cuándo uno ya está casi en el punto de saturación de tanto arte...
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| Palomas en la Plaza de San Marco |
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| Góndolas preparadas para el turismo en uno de los canales |
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Después de conocer un poquito más esta ciudad, ya no solo me impresiona, sino que empieza a resultarme de verdad acogedora.
También pasear junto a los canales nos muestra la cara más cotidiana de la vida veneciana: los gondoleros limpian sus embarcaciones achicando el agua de la lluvia de la noche anterior. Los restaurantes junto al canal colocan sus mesas y adornan sus terracitas, y los trabajadores se disponen a cruzar el Gran Canal en góndolas más sencillas y menos lujosas que los venecianos utilizan para su día a día en lo que ellos llaman un "traghetto".
